Hoy vamos a hablar y a poner en valor al hinojo, uno de esos humildes tesoros de la naturaleza que están llenos de beneficios y bondades para nuestra salud, y, cuyo consumo, fuera de los pueblos de nuestra geografía donde hay un buen recetario de platos con hinojo, es bastante desconocido.
Cada día, cuando tras el trabajo salgo a estirar las piernas por los campos cercanos a mi casa, no puedo evitar restregar mis manos por las aromáticas hojas de los hinojos silvestres que crecen por doquier. Me encanta su olor suave y anisado, y lo suelo cocinar en platos como las legumbres, los estofados o el cocido para enriquecerlos, pero también para hacerlos más digestivos y eliminar gases, sin embargo, el hinojo es aún más beneficioso si lo ingerimos en crudo, por ello hoy vamos a cocinar una deliciosa ensalada de hinojos.
¿Qué cualidades tienes el hinojo?
Pues este rey de los campos es un alimento principalmente muy rico en hierro y vitamina C, lo que ayuda a que este hierro sea más fácilmente digerido por nuestro organismo. Así que ya saben, si tienen habitualmente déficits de este mineral, acostúmbrense a incluir el hinojo en su dieta.
Además, el hinojo tiene un alto poder depurativo gracias a su contenido de sales potásicas y aceites esenciales. Es muy diurético, carminativo, y expectorante: nos ayuda a eliminar toxinas de nuestro cuerpo, favoreciendo el buen funcionamiento del hígado y los riñones. Quienes quieran un depurativo natural, lo pueden incluir en sus licuados junto a otras frutas y verduras como la piña, la manzana, el apio o cualquier cítrico de temporada.
Otra cualidad del hinojo es su gran cantidad de fibra, necesaria para un correcto tránsito intestinal, sus propiedades antioxidantes y, por último, su utilidad para reducir los niveles de colesterol en sangre.
Por último, sus semillas en infusión junto con el anís verde, el cilantro y alcaravea sirven para preparar una infusión digestiva eficaz contra digestiones pesadas, malestares intestinales y gases.
Preparamos la salsa de yogourt casera. Ponemos en un bol un yogourt natural, el aceite y el vinagre balsámico de Módena. Lo mezclamos hasta que quede bien ligado, añadimos una pizca de sal. Si os quedase demasiado espesa, la podéis rectificar con un poquito de agua. (Si os gusta la salsa más bien dulce le añadimos media cucharadita de azúcar).
Lavamos bien la manzana y la cortamos en trocitos pequeños.
Eliminamos las hojas externas más gruesas de los hinojos, lavamos y cortamos en finas láminas a lo largo.
En un plato grande ponemos la mezcla de lechugas de base, y, sobre esta la manzana troceada y el hinojo fileteado.
Añadimos las pasas y las nueces y por último, aliñamos todo con la salsa de yogurt.
¡Lista para comer!
Nota: aunque yo os lo he presentado con salsa casera de yogurt, admite muy bien otro tipo de salsas como una sencilla vinagreta o una salsa de miel y mostaza, al gusto.
Ingredientes
Instrucciones
Preparamos la salsa de yogourt casera. Ponemos en un bol un yogourt natural, el aceite y el vinagre balsámico de Módena. Lo mezclamos hasta que quede bien ligado, añadimos una pizca de sal. Si os quedase demasiado espesa, la podéis rectificar con un poquito de agua. (Si os gusta la salsa más bien dulce le añadimos media cucharadita de azúcar).
Lavamos bien la manzana y la cortamos en trocitos pequeños.
Eliminamos las hojas externas más gruesas de los hinojos, lavamos y cortamos en finas láminas a lo largo.
En un plato grande ponemos la mezcla de lechugas de base, y, sobre esta la manzana troceada y el hinojo fileteado.
Añadimos las pasas y las nueces y por último, aliñamos todo con la salsa de yogurt.
¡Lista para comer!
Nota: aunque yo os lo he presentado con salsa casera de yogurt, admite muy bien otro tipo de salsas como una sencilla vinagreta o una salsa de miel y mostaza, al gusto.
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